Franco, que convirtió su dictadura en una forma de exterminio de sus enemigos, hizo del Valle de los Caídos su obsesión, lo visitó como si fueran las obras de su casa y lo convirtió en el símbolo ganador de la alianza propagandistica entre su régimen y la iglesia católica. Miles de Republicanos yacen aún con quien mandó matar , cientos de presos antifranquistas fueron condenados como peones a trabajos forzosos en el Valle de los Caídos. Más de treinta años despues de recuperadas las libertades en España, la democracia no ha llegado aún a este monumento franquista, gigantesco, triste y amenazante.
(Jose María Calleja)
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