- ¿Habla!
Y la escultura habló.
- ¿Y qué dijo?
- Dijo: "¿Por qué nos golpeas con la maza la frente de tu padre, rico?"
Al genial humor de los dibujos de Antonio Mingote se une aquí su sorprendente capacidad para narrar en menos de un folio. Y es que la mayoría de los cuentos de este volumen, el autor no ha necesitado más de doscientas palabras para hacer sonreír al lector. Unas veces con rima, otras con un sencillo diálogo, siempre con una ironía fina y cierto toque de surrealismo, Mingote nos lleva a su particular mundo donde prevalece la mordacidad, pero no falta la reflexión sobre el sentido de la vida.
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